Michael Jordan es considerado por muchos como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Su primer retiro en 1993 conmocionó al mundo del deporte, y su regreso en 1995 marcó el inicio de una nueva era dorada para los Chicago Bulls. Pero, ¿Qué hubiera pasado si nunca hubiera regresado a la NBA? Explorar esta posibilidad permite imaginar un escenario muy distinto para el baloncesto y para la historia de la liga.
El destino de los Chicago Bulls sin Jordan

Si Jordan no hubiera regresado en 1995, los Chicago Bulls habrían tenido un destino muy diferente. Sin su líder y estrella, el equipo habría seguido confiando en Scottie Pippen como la principal figura. Aunque Pippen demostró ser un jugador de élite, la dinámica del equipo habría cambiado drásticamente sin la presencia de Jordan.
Es probable que los Bulls no hubieran conseguido el segundo tricampeonato entre 1996 y 1998. Sin la influencia de Jordan, jugadores como Dennis Rodman podrían no haber llegado al equipo, y la dinámica de liderazgo habría cambiado. Chicago seguiría siendo un equipo competitivo, pero no habría alcanzado el mismo nivel de dominio en la NBA.
La dinámica de la NBA sin su figura icónica
El regreso de Jordan en 1995 revitalizó la NBA y elevó la popularidad de la liga a nivel mundial. Sin su regreso, el baloncesto podría haber experimentado un crecimiento más lento en mercados internacionales.
Jugadores como Shaquille O’Neal y Kobe Bryant habrían dominado la liga antes de tiempo, sin la sombra de Jordan compitiendo contra ellos. Esto podría haber cambiado la narrativa del «mejor de todos los tiempos», ya que Kobe o incluso Tim Duncan podrían haber sido vistos como las caras de la NBA desde mediados de los 90.
El legado de Jordan sin su regreso

Si Jordan no hubiera vuelto, su legado habría sido diferente. Su retiro en 1993 dejó una imagen de campeón absoluto, pero su regreso en 1995 demostró su capacidad para reinventarse y dominar nuevamente la liga.
Sin este regreso, Jordan no habría conseguido sus tres últimos anillos ni el estatus de mito inquebrantable que tiene hoy. Su impacto como referente para futuras generaciones podría haber sido menor, y su historia en la NBA habría quedado incompleta.
Conclusiones
El regreso de Jordan en 1995 no solo benefició a los Chicago Bulls, sino que también consolidó su estatus como el mejor jugador de la historia. Si nunca hubiera vuelto, la dinámica de la NBA habría cambiado significativamente, y su legado quizá no sería tan legendario como lo es hoy.